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Risonanze interiori "Y sin embargo Tu estabas allì…" Sonia Andreoli |
"Come corrispondere al Tuo Amore?" -- "Eppure Tu c'eri" -- "Padre"
Es domingo, el día dedicado a Ti… pero quiero dedicarte todos los días que me concederás de vivir aquí abajo… Domingo… que tristeza causaba en mi, hay mucho tempo por delante, la llegada de este día… mientras que no me daba cuenta que estabas junto mi. Y sin embargo Tu estabas allí... Tu estabas allí, mi Dios, cuando iba a refugiarme en la oscuridad de la noche para llorar sin que nadie me viera… Estabas allí cuando nadaba bajo el agua e intentaba alejarme lo más posible de las voces humanas cargadas de odio… pero, en un momento dado, a falta de aliento, debía remontarme a la superficie … remontar y dejar que me insulten otra vez… remontar para sentirme sola y sin ninguna defensa ante un mar de odio que me dominaba y me destruía… Estabas allí, mientras que, presa de la desesperación, erraba soñando por las calles en busca de alguien yo no sé quien… de una solución definitiva que no se me aleja nunca de este mar de dolor… Estabas allí mientras que pensaba que la muerte era la única vía de salida a mi triste vida… Estabas allí, cuando esta sangre que pasaba por mi imaginación parecía nunca querer detenerse… cuando volviendo a entrar en casa no me confiaba con nadie… cuando no tenía más lágrimas para expresar mi dolor… ni tenía ningún deseo de ser entregada a este vacío interior que se había apoderado de mi y me daba la convicción de ser en adelante una situación sin salida… Estabas allí, cuando tenía el vivo deseo de que mi alma descansara en uno de tus templos, y desalentada reanude mi camino, puesto que la mayor parte del tiempo estaban cerrados... Y sin embargo Tu estabas allí…tengo la impresión que le dices a esta pobrecita niña, sola y desesperada, ahora una mujer que sólo vive para ti: ¿“Mi niña, por qué no oyes la llamada de mi voz…? Te amo, te amo a pesar de todo… con todos tus límites… te amo aunque ahora tú no me escuchas, aunque estás buscando en el mundo lo que sólo yo puedo darte… aunque tienes cólera hacia mi porque piensas que te abandoné… Estoy todavía aquí… junto a ti y estaré en la cima de mi alegría cuando abrirás esta puerta donde no hago más que buscar desde hace mucho tiempo… la puerta de tu corazón…!” Y yo, estúpida, buscaba el amor en un pálido reflejo del Amor… Ahora, por fin, la alegría de oír tu llamada me da la impresión que mi corazón estalla sí…… este corazón que, a mi modo de ver, no era ya capaz de amar… Y cuando pienso en la sangre, no pienso en mi sangre, pero si en la sangre que pagaste por nosotros… para el mundo entero… para mi también… para tu miserable servídora que puede solo ofrecerte su vida… Pero ahora lo sé, sé que estabas siempre allí… |
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[Jueves el 18 de Septiembre A.D. 2008]
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